Entender la diferencia entre una puerta lacada y prelacada es clave a la hora de solicitar un tratamiento u otro. Así, una vez más, mantenerse informado te convertirá en un comprador más eficaz, ya que estarás invirtiendo tu dinero en los mejores profesionales y productos.
Las puertas lacadas blancas
Las puertas lacadas blancas cuentan con un tratamiento concienzudo y de calidad. El lacado consiste en aplicar varias capas de esmalte-laca sobre toda la superficie de una puerta. Esto ofrece un acabado único donde el color resalta más por su brillantez y, además, es totalmente homogéneo en toda la puerta. Debes saber que todo el proceso se debe realizar de manera minuciosa y en condiciones controladas, ya que una mota de polvo estropearía el resultado final irremediablemente.
Para este fin se utilizan cabinas específicas donde los profesionales puedan trabajar aislados del exterior. Además, se requiere de un secado especial para garantizar que el tratamiento se adhiera completamente y sobre toda la superficie de la puerta.
El resultado que encontrarás en un tratamiento realizado con éxito es una superficie tersa, lisa y uniforme. No se verán las vetas de la madera debajo de la pintura, no existirán grietas, poros o rendijas ni desperfectos de ningún tipo.
Productos imprescindibles
Puerta Block de Interior Lacada Blanca Mirador
Puerta Block de Interior Lacada Blanca P620
Puerta Block de Interior Lacada Blanca P72
Puerta Block de Interior Lacada Blanca PL1
Puerta Block de Interior Lacada Blanca PVP1
Puerta Block de Interior Lacada Blanca PVT5
El caso de las puertas pre-lacadas
Las puertas pre-lacadas son aquellas en las que no se ha realizado un lacado completo, ya que solo cuentan con un primer fondo. Así, estas puertas no poseen todas las características de las lacadas. No ofrecen una superficie homogénea y opaca, aún podrías ver a simple vista las vetas de la madera.
Además, el tratamiento no cuenta con la misma durabilidad que ofrece un lacado completo . Este puede durar años sin que empiece a amarillear, algo que no ocurre en los pre-lacados. Junto a esto, también se daña con mayor facilidad. Los arañazos afean enormemente a un lacado, pero este tratamiento soportará mejor tales desperfectos que un mero pre-lacado.
En definitiva, la principal diferencia entre el lacado y el pre-lacado es su durabilidad. En el primero, al estar totalmente completo, aguantará impertérrito durante años. Sin embargo, las puertas prelacadas blancas contarán con un tratamiento de peor calidad y de una durabilidad menor que quedará patente en un amarilleamiento prematuro de la puerta, y las manchas serán mucho más difíciles de eliminar que en un lacado. Así pues, elige con cuidado el tratamiento que buscas para las puertas de tu hogar o te llevarás más de una sorpresa.
Las mejores puertas blancas
La diferencia entre una puerta lacada y prelacada radica en la durabilidad del tratamiento. En las puertas blancas lacadas encontrarás un procedimiento totalmente finalizado, de calidad y cuya durabilidad quedará fuera de toda duda, en especial si es realizado por expertos.